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El negocio digital es ahora tan omnipresente que resulta casi banal. Vivimos en un mundo digital, y todas las empresas deben pensar en cómo incorporar lo digital a todo lo que hacen.
El auge del negocio digital se ha visto acelerado por la convergencia de varias tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), el Internet de las cosas (IoT), la computación en la nube, las aplicaciones móviles y las redes sociales. Todas ellas se han combinado para cambiar fundamentalmente la forma de operar de las empresas. Y aunque la mayoría de las empresas seguirán operando principalmente en el mundo convencional del ladrillo durante algún tiempo, la creciente digitalización de nuestras vidas significa que las empresas deben considerar sus implicaciones más pronto que tarde.
La plataforma digital de negocios
Todas las empresas son ahora un negocio digital. Si quiere sobrevivir y prosperar, debes ser un negocio digital. La clave para ello es el desarrollo de una plataforma para el negocio. Puede ser una plataforma de comercio electrónico que permita la venta directa a los clientes en línea. O podría ser un canal digital para asociarse con distribuidores o agentes. Podría haber una aplicación móvil para que los clientes la utilicen. Lo importante es que la empresa tenga una idea clara de cómo es su plataforma. Esto le ayudará a decidir qué hay que hacer para apoyar la transición a lo digital. También ayudará a la empresa a identificar socios que le ayuden a desarrollar, operar y mantener la plataforma digital.
Cadenas de suministro integradas digitalmente
Muchas empresas han operado tradicionalmente con una cadena de suministro lineal, en la que elementos como la adquisición, la fabricación y la distribución están estrictamente controlados. La tecnología digital significa que estas cadenas de suministro pueden ahora estar mucho más integradas. La cadena de suministro puede digitalizarse o dividirse en segmentos discretos. Cada segmento podría ser gestionado por una empresa o grupo de empresas diferentes. Y cada segmento podría ser identificado y supervisado por sensores. Esta capacidad de crear cadenas de suministro digitalmente integradas puede ayudar a las empresas de varias maneras. La más importante es la posibilidad de mejorar las previsiones y la gestión de inventarios. Los datos que fluyen por la cadena de suministro permiten que las previsiones sean más precisas y que los minoristas puedan responder más rápidamente a los cambios en los patrones de la demanda.
Canales digitales de venta y servicio
Muchas empresas siempre han ofrecido ventas y servicios a través de un canal de servicio físico, como una tienda minorista o un call center. El auge de los negocios digitales significa que también pueden ofrecer esos servicios a través de canales digitales, como los ecommerce y las aplicaciones móviles. Esto puede ser tan sencillo como permitir a los clientes reservar citas para servicios de reparación a través de una aplicación móvil. Puede ser la venta de productos a través de canales de comercio electrónico. O podría significar ofrecer ayuda y soporte en línea 24 horas al día, 7 días a la semana, seguido de los servicios de reparación correspondientes. Estos canales digitales son en gran medida complementarios a los canales de venta y servicio físicos. Pero tienen el potencial de ofrecer muchas ventajas sobre sus equivalentes físicos. Los canales digitales pueden funcionar en cualquier parte del mundo. Se puede acceder a ellos fácilmente desde cualquier lugar del mundo, incluso fuera del horario laboral. Y pueden adaptarse a las necesidades de segmentos específicos de clientes.
Aprendizaje automático y procesos impulsados por la IA
Los procesos empresariales no son más que secuencias de pasos. A menudo están automatizados por sistemas informáticos que utilizan software para secuenciar los pasos del proceso. El aprendizaje automático es una forma de IA que permite a los sistemas informáticos aprender. Por ejemplo, un sistema informático inteligente encargado de gestionar los contratos de servicios podría analizar experiencias pasadas e identificar patrones en el uso que hacen los clientes de los servicios. Entonces podría aprender a secuenciar sus propias acciones de la mejor manera posible. Este tipo de sistema de IA no sólo puede aprender a automatizar los procesos existentes. También puede programarse para crear nuevos procesos. Esto permite a las empresas aprovechar el aprendizaje automático como fuente de innovación. Pueden utilizarlo para crear nuevos procesos empresariales que no podrían haber previsto cuando diseñaron sus sistemas informáticos originales.
El Internet de las cosas
El Internet de las cosas (IoT) es la creciente interconexión de dispositivos que recogen datos útiles sobre su entorno. Estos sensores pueden medirlo todo, desde las condiciones meteorológicas hasta el rendimiento de las piezas de las máquinas en las fábricas. Incluso pueden controlar el comportamiento de los clientes en las tiendas. En el pasado, estos dispositivos se limitaban principalmente a una sola empresa o sector. Pero el auge de la Internet de los objetos significa que estos dispositivos están ahora conectados entre sí. Esto les permite intercambiar datos y crear así un valor añadido para sus propietarios. El Internet de las cosas es ahora común en varias industrias, como el transporte y la logística, el comercio minorista y la energía. Y está a punto de cobrar aún más importancia, ya que las empresas buscan crear nuevos servicios digitales basados en los datos del IoT.
Conclusión
El negocio digital no es una moda. Ha llegado para quedarse. Cada vez más empresas serán impulsadas por plataformas digitales. Se basarán en los datos, la IA y los sensores para crear nuevos servicios, reducir costes y atraer a los clientes de nuevas formas. Aprovecharán el aprendizaje automático para crear nuevos procesos empresariales que antes no eran posibles. La transformación digital está ahora en pleno apogeo. Todas las empresas se verán afectadas por ella de un modo u otro. Y muchas no tendrán más remedio que transformarse digitalmente si quieren sobrevivir y prosperar en el futuro.