Un sector de base innovadora.
Más allá de la pandemia, que significó un obvio empujón al sector, la industria farmacéutica es una de las contribuyentes clave a la economía española.
La llegada de la digitalización y las nuevas tecnologías está afectando a toda la cadena de valor del sector, mejorando su eficiencia, acelerando los tiempos de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos o generando nuevas soluciones de distribución y logística.
La llegada de la asistencia telemática, los dispositivos weareables, el Big Data o la Inteligencia Artificial suponen nuevas herramientas que ofrecen a la industria farmacéutica oportunidades de diversificación en sus modelos de negocio, acercándola más al público final.
Salud como base del desarrollo.
Una población necesitada de nuevas propuestas de valor ofrece nuevas oportunidades.
Innovación como tradición.
La asimilación de nuevas tecnologías es asumida como una inversión natural.
Un crecimiento imparable.
El aumento de las inversiones y las fusiones del sector como factor clave de crecimiento.
Nuevas oportunidades de la mano de la tecnología.
Además de las mejoras en la investigación, los procesos, la producción o la distribución que están ofreciendo las nuevas tecnologías al sector, la tecnología ofrece la oportunidad de poner en marcha nuevas líneas de negocio más cercanas al público final.
La hiperconectividad que ofrecen los dispositivos inteligentes, el diagnóstico de datos de la Inteligencia artificial o la normalización de la telemedicina en la población, ofrecen nuevas oportunidades de negocio que permiten a la industria no sólo la mejora de constante de sus productos, sino la creación de nuevos servicios.
La velocidad de evolución de estas tecnologías ponen de manifiesto la necesidad de repensar los paradigmas del sector y ofrecer nuevas propuestas de valor.