Un sector con ADN innovador.
La industria Química es una de las más innovadoras que existen por su propia naturaleza. Más allá del I+D la revolución digital ofrece a este sector la posibilidad de acelerar procesos que, antes de la llegada de las nuevas tecnologías, podían supones años de trabajo.
La llegada del Big Data, el Machine Learning, la Inteligencia Artificial, la Realidad Aumentada o el Blockchain están suponiendo una base de aceleración que ofrece oportunidades de optimización y de nuevos negocios, más allá del propio producto.
Por otra parte, el carácter interdisciplinar de la industria química es una oportunidad para la diversificación de modelos de negocio basado en las nuevas tecnologías y materiales, reduciendo los costes de desarrollo, implementación y testeo, permitiendo una validación mucho más temprana que en su formato tradicional y asumiendo el control total en la cadena de valor y negocio.
Un sector tranversal y universal.
La influencia en diferentes sectores ofrece una oportunidad única de diversificación.
Innovación y Desarrollo como razón de ser.
Un mercado hambriento de pioneros con nuevas propuesta de valor.
Nuevos canales para nuevas oportunidades.
El acceso directo a los clientes ofrece oportunidades únicas de nuevo negocio.
Oportunidades para una industria en constante evolución.
La industria Química siempre ha sido pionera en la investigación y el desarrollo de sus productos. La llegada de las nuevas tecnologías le está permitiendo la optimización de procesos, cadena de suministro y logística, seguridad, sostenibilidad o creación de nuevos productos. Pero esto también supone nuevas oportunidades para cambiar los paradigmas tradicionales de investigación, producción, distribución y venta.
La cercanía del cliente final, los nuevos canales de comunicación o el análisis a tiempo real de nuevas necesidades pone de relieve la relevancia de investigar nuevas vías de monetización con la toma de control sobre toda la cadena de valor, hasta ahora reservada a otros eslabones.