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Actualizado el 15 sept 2024
El mundo está cambiando y las energías renovables están a la cabeza de esta revolución. Desde los paneles solares hasta los aerogeneradores, las fuentes de energías renovables están instalándose como una realidad que hace poco era futuro.
Un dato simple: según un informe del World Wild Fund for Nature (WWF) la cuota mundial de energías renovables aumentó del 17% en 2014 al 21% en 2018. Sin embargo, en 2022, el día de la sobrecapacidad de la Tierra se ha adelantado hasta el día 28 de Julio a nivel mundial.
Para aclarar: con energías renovables nos referimos a las fuentes de energía naturales que no pueden agotarse con el tiempo: solar, eólica, geotérmica, hidroeléctrica y varios tipos de biomasa. Estas fuentes pueden utilizarse para producir electricidad o combustibles directamente sin quemar ni contaminar el medio ambiente. Justo lo que necesitamos.
La era de los coches que conducen solos y de las energías renovables.
Se habla del siglo XXI como la era de los coches que se conducen solos. Más que un discurso muy visual, esto será una realidad (extendida) muy pronto. La era de los coches autónomos es también la era de las energías renovables.
Aunque ambas cosas no estén directamente relacionadas, sí que van a ser simbióticas: mientras los coches de gasolina van quedando atrás, pronto serán sustituidos por vehículos eléctricos. Esto significa que necesitaremos más energía para alimentar nuestros vehículos eléctricos.
La cuestión es si las energías renovables pueden proporcionar toda la electricidad que se necesita. Por ejemplo, una sola turbina eólica puede producir hasta 500.000 kWh de electricidad al año. Si suponemos que un solo coche eléctrico consume unos 70 kWh de electricidad cada 24 horas, un solo aerogenerador puede alimentar casi 50 coches.
Aunque ambas cosas no estén directamente relacionadas, sí que van a ser simbióticas: mientras los coches de gasolina van quedando atrás, pronto serán sustituidos por vehículos eléctricos. Esto significa que necesitaremos más energía para alimentar nuestros vehículos eléctricos.
La importancia de las energías renovables para la generación Z.
Se habla del siglo XXI como la era de los coches que se conducen solos. Más que un discurso muy visual, esto será una realidad (extendida) muy pronto. La era de los coches autónomos es también la era de las energías renovables.
Aunque ambas cosas no estén directamente relacionadas, sí que van a ser simbióticas: mientras los coches de gasolina van quedando atrás, pronto serán sustituidos por vehículos eléctricos. Esto significa que necesitaremos más energía para alimentar nuestros vehículos eléctricos.
La cuestión es si las energías renovables pueden proporcionar toda la electricidad que se necesita. Por ejemplo, una sola turbina eólica puede producir hasta 500.000 kWh de electricidad al año. Si suponemos que un solo coche eléctrico consume unos 70 kWh de electricidad cada 24 horas, un solo aerogenerador puede alimentar casi 50 coches.
Inversión en energías renovables.
Si hablamos de la Generación Z como el motor de un cambio de rumbo en la obtención de energía, también debemos hablamos de la primera generación genuinamente digital. Es por esto que las Green Startups y el ecosistema Energytech son parte intrínseca a esta generación Z.
Si entendemos una startup como sinónimo de empresa flexible, ágil y, en cierta medida, independiente de los grandes grupos corporativos, el resultado es una capacidad inédita de adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado.
Como era de esperar, las startups de energía renovable están liderando este cambio mundial: según un informe de Cleantech Group, (empresa global de investigación y capital riesgo), la financiación para las energías renovables y la eficiencia energética aumentó un 83% entre 2016 y 2017.
Los principales niveles de inversión de capital en energías limpias y renovables se han dado en 2021 en China (380.000$ millones), Unión Europea (260.000$ millones), seguido por Estados Unidos (215.000$ millones), según la IEA (International Energy Agency).
Con una tendencia positiva, las energías renovables están en un crecimiento constante. Actualmente, las dos tecnologías limpias más baratas para generar nueva energía en muchos países son la eólica y la solar fotovoltaica. Esta comparación ya era así incluso antes de los precios elevados de 2022 de carbón y gas, por lo que no se trata solamente de una ventaja coyuntural.
Son precisamente las energías renovables, las redes y el almacenamiento las 3 industrias que representan más del 80% de la inversión total del sector eléctrico.
Una buena noticia para los afortunados con muchas horas de sol: la energía solar fotovoltaica se lleva casi la mitad de las nuevas inversiones en renovables. Además, el gasto se divide por igual entre proyectos a gran escala y sistemas solares fotovoltaicos distribuidos, lo que acerca definitivamente las inversiones a la realidad diaria y tangible de las familias.
Por su parte, la energía eólica se desplaza hacia el mar: si 2020 fue año récord para el despliegue en tierra, 2021 contrarrestó resultando el año récord para el mar, con más de 20 GW en servicio y alrededor de 40.000$ mil millones de gasto.
Junto con el aumento del interés y la inversión, también está aumentando el número de empresas nuevas en este campo. Se espera que esto conduzca a una mayor competencia, que a su vez proporcionará mejores servicios a precios más baratos. Todos estos factores demuestran que el crecimiento de las energías renovables va por buen camino. Si hacemos caso a los Z, este es, en realidad, el único camino viable.
Startups de energías renovables: la democratización del viento y el sol.
Esta decidida apuesta público y privada sin precedentes nos deja algunos casos interesantes que se posicionan en el sector:
A nivel Europeo, en España está operando la startup Sotysolar. Su propuesta de valor es la viva imagen de la democratización de las renovables. Una suscripción de 60€/mes a cambio de la instalación y mantenimiento durante 20 años de paneles solares en la vivienda. Este importe mensual no está lejos del gasto en plataformas de contenidos como Netflix o HBO (46€ media mensual). Sin embargo, con estos 60€ mensuales, la empresa asegura un ahorro de hasta el 50% en la factura eléctrica y del 85% si se cuenta con baterías.
La democratización no sería tal si solo fuera posible en viviendas unifamiliares: Tornasol lanzó en 2021 sus paneles solares para balcones, toldos o fachadas. Se trata de una versión más ligera y fina que puede instalarse en viviendas sin tejado propio. Además es portable, condición crítica para la generación que vive de alquiler y se muda una media de 6 veces a lo largo de su vida.
Otra Startup lanzada y creciendo en Estados Unidos es Epishine. Su producto promete convertir en autónomos dispositivos como sensores de temperatura, humedad o detectores de humo. Funciona en interiores mediante pequeñas placas solares.
Por último, CommonEnergy es la propuesta más colaborativa: un marketplace donde usuarios se conectan a redes locales de energía solar y pueden ahorrar costes de forma directa en su factura. Llevan operando desde 2017 y han conseguido levantar 17$ millones de inversión para seguir creciendo.
Conclusión
El mundo está cambiando, y las energías renovables están a la vanguardia de esta revolución. Contamos con todos los ingredientes necesarios para un avance explosivo de esta industria:
Una necesidad objetiva por agotamiento de los recursos.
Un mercado que incrementa el consumo de energía año tras año.
La generación Z, ahora en sus 20s años, entregada a la causa sostenible.
El capital público y privado apostando de forma radical por propulsar este sector.
Lo que imaginamos como futuro, es presente por necesidad y asistiremos a este cambio de paradigma donde inversión, iniciativa empresarial y concienciación diseñen un nuevo escenario más verde y sostenible.
Oportunidades de negocio / Action Points
Las oportunidades detectadas de creación de startups con propuestas de valor adaptadas a cada segmento son:
SaaS, mercados secundarios de energías limpias y compañías de luz y gas de origen limpio para el segmento de la Gen Z.
Millennials divididos entre aquellos con vivienda en propiedad y, por tanto, capacidad de instalación de sus propios sistemas de autoconsumo y aquellos otros nómadas/inquilinos que verán como un punto a favor cualquier ahorro que provenga del autoconsumo de energía solar en su próxima vivienda de alquiler.
Instalación de paneles solares propios en viviendas unifamiliares para las Gen Z y Boomers, ofreciendo contratación digital, con sistemas de suscripción, planes y precios a medida. Una propuesta que debería convencer a los Z para que influyan en la toma de decisión de sus padres o abuelos.
